Paleoautóctonas (27): Engelhardioideae

Ya comentamos, al describir otros géneros de la misma familia, que las Juglandáceas desempeñaron un papel muy importante en los bosques neógenos de Europa. La rica diversidad de géneros y de especies que aún se observa hoy en día en el SE de Asia también se observa en el registro fósil del continente europeo. Existen evidencias de la presencia en Europa de prácticamente todos los géneros hoy en día presentes en Asia: Engelhardia (s.l.), Platycarya, Carya, Juglans, Cyclocarya, Pterocarya. Para cada uno de estos géneros, parece además que hubo varias especies presentes. Estamos pues probablemente hablando de una de las familias de árboles más diversas de nuestra paleoflora, de la que tan solo 2 géneros / especies lograron sobrevivir en zonas marginales del continente: Juglans regia en los refugios meridionales de la región mediterránea y Pterocarya fraxinifolia en la región del Cáucaso y el N de Irán.



Frutos de Engelhardia spicata, India, efloraofindia



La subfamilia de las Engelhardioideae, que examinamos hoy, atrae inmediatamente la atención por dos caracteres que le diferencian a primera vista de los demás géneros de esta familia con los que convive. El primero son sus hojas, mayoritariamente paripinnadas. El segundo son sus frutos, unas pequeñas nuececillas dispuestas en largas infrutescencias y subtendidas por una bráctea más o menos profundamente trilobada. La subfamilia está constituituida por 2 géneros en América Central (Oreomunneo y Alfaroa) y otros dos en Asia (Engelhardia y Alfaropsis), que todos podrían haber estado presentes en Europa en un momento u otro. No está muy claro, en efecto, en qué momento ni donde se diferenciaron unos de otros los distintos géneros de esta subfamilia. En los análisis palinológicos llevados a cabo, los pólenes descubiertos han sido casi siempre atribuidos al género Engelhardia pero lo más prudente, a falta de disponer de información más precisa, es quedarse a nivel de la subfamilia.




Infrutescencia de Engelhardia spicata, Laos



Desde un punto de vista ecológico, las especies de esta subfamilia son más termófilas que las de la subfamilia de las Juglandoideae, siendo la mayoría de las especies de esta subfamilia propias de bosques de hojas anchas o perennifolios. Todas ellas crecen en climas tropicales o subtropicales cálidos, con frecuencia en bosques de mediana montaña. Ese carácter termófilo explica que este género tuviese su mayor representación en Europa en el Mioceno y comienzos del Plioceno, haciéndose luego mucho más raro y sobreviviendo a principios del Cuaternario tan solo en la región mediterránea y la región del Cáucaso y del Mar Caspio, a cuyas orillas parece haber sobrevivido hasta el Pleistoceno Superior. La aridificación intervenida en los últimos milenios y la subida del nivel del Mar Caspio acabaron con ese último refugio de plantas de carácter marcadamente oriental. La coexistencia en aquella época con taxones propios de zonas templadas deja pensar, sin embargo, que esta subfamilia estuvo representada en el pasado por especies mejor adaptadas al frío.




Distribución de las Engelhardoidea en Europa en el Neógeno.



Tras realizar una búsqueda exhaustiva de su posible presencia en España o en Portugal, no he encontrado ningún indicio de que ninguna especie perteneciente a esta subfamilia se cultive en algún lugar de la Península. El carácter marcadamente tropical de estas especies hace que hasta ahora su cultivo no haya sido posible en la Península. La única región en la que se pudiera eventualmente cultivar son las Islas Canarias, donde no he encontrado ningún indicio de su presencia como ornamental.

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