Hoy en día la robinia tiene un área de distribución muy amplia en Europa, tal como demuestra el mapa que aquí reproducimos, en el que se muestran tan solo los puntos en los que supera el 25% del arbolado. De forma dispersa está presente absolutamente por doquier, incluso en los países escandinavos así como en toda la zona mediterránea. Las regiones de transición entre el clima mediterráneo y el clima oceánico parecen, sin embargo ser aquellas en las que esta especie tiene el mayor éxito. Tal como hemos comentado antes, la robinia ha sido catalogada como invasora pero el grado de aceptación de este árbol es tal en muchos países que la erradicación de una especie tan deseada es, ya tan solo por consideraciones estrictamente "utilitarias" un sinsentido. Y es que esta especie proporciona una larga lista de servicios que ninguna otra especie es capaz de igualar: se trata de una especie maderable que produce una madera de muy buena calidad, es una planta forrajera muy importante, su néctar sostiene una importante industria melífera y, por su capacidad de fijar nitrógeno, es una importantísima recuperadora de suelos alterados. A ver quien da más en zonas deforestadas con suelos empobrecidos. Su eliminación es, a todas luces, imposible.
La robinia tiene en común con otras muchas especies consideradas invasoras el ser una especie colonizadora propia de los primeros estadios de desarrollo del bosque. Su proliferación, en muchísimos casos, tan solo marca una etapa en el desarrollo del bosque y son ya muchos los ejemplos en Europa de "bosques" de robinia en los que esta especie está mostrando ahora claros signos de retroceso, cediendo ante la presión de las especies ombrófilas del bosque, más exigentes. Tal como apunta un estudio llevado a cabo en el norte de Italia (2), la mejor manera de "luchar" contra la robinia es no hacer nada y dejar que las demás especies poco a poco se vayan imponiendo. Realmente no hacía falta ningún doctorado para llegar a esa conclusión. Tras tantos años cediendo ante la presión de los conservacionistas y de los adalides de la biología de las invasiones, los biólogos más pragmático ahora se ven obligados a reafirmar cosas que sabemos desde siempre acerca de las sucesiones biológicas. Que una especie colonizadora como la robinia "prolifere" en terrenos yermos no es una invasión. Es lo esperable en la sucesión biológica que conduce hacia la formación de un auténtico bosque. Que se mantenga durante un tiempo tampoco es nada anormal. Es simplemente el reflejo de que esas sucesiones se desarrollan a una escala de tiempo que no es la de una vida humana. Afortunadamente, la robinia lleva ya siglos establecida en nuestro continente y son ya muy claras las evidencias de que lo que los biólogos cuentan desde siempre acerca de las sucesiones biológicas se está cumpliendo a rajatabla con la robinia y con toda seguridad lo hará con otras especies similares como al ailanto o el olmo de Siberia. Es tan solo una cuestión de tiempo. Coger atajos no necesariamente conduce a donde uno piensa...
| Robinia | Familia: Fabaceae | Orden: Fabales | ||
Árboles caducifolios, espinosos, con indumento seríceo-piloso laxo en los órganos jóvenes. Tallos alternos, los jóvenes con costillas longitudinales agudas. Hojas alternas, pulvinuladas, estipuladas, pecioladas, imparipinnadas; estípulas libres entre sí, no soldadas al pecíolo, herbáceas y caducas o espinosas y persistentes; folíolos estipelados, sin pulvínulos, peciolulados, enteros. Inflorescencias axilares, en racimos péndulos, con numerosas flores. Flores olorosas, con néctar, pediceladas, con una bráctea caduca. Cáliz campanulado, con dos dientes superiores que forman un labio bidentado, 2 laterales y 1 inferior, con el tubo mucho más largo que los dientes. Corola con todos los pétalos diferenciados en limbo y uña, soldados al tálamo floral, decidua; estandarte ovado, casi del tamaño de las alas y quilla; alas obtusas, auriculadas en la base, sin rugosidades o invaginaciones; quilla falcada, aguda en el ápice, auriculada en la base del limbo, sin invaginaciones. Androceo diadelfo, con el estambre vexilar libre en la base, con frecuencia soldado al resto de los estambres en casi toda la mitad inferior, en forma de tubo cerrado y oblicuo, bifenestrado en la base a ambos lados del estambre vexilar, que alterna estambres con anteras basifijas con otros de anteras subdorsifijas; filamentos estaminales cilíndricos, glabros; anteras de subcilíndricas a ovoideas, amarillas, glabras. Ovario estipitado, con numerosos rudimentos seminales biseriados; estilo cilíndrico, claramente diferenciado del ovario en su base, fuertemente curvado cerca de la base; estigma húmedo, terminal, hemisférico. Fruto cortamente estipitado, comprimido, dehiscente, con 1-18 semillas. Semillas reniformes, lisas, sin estrofíolo. x = 10, 11. Descripción: Flora Iberica | ||||
Dudé bastante tiempo, antes de escribir este artículo, en qué serie iba a publicar este artículo. Muchos artículos, en efecto, insisten en la gran dificultad que presenta un grupo como las leguminosas a la hora de identificar sus restos fósiles pero sí que parece, en cambio, que su madera es bastante característica y parece que ha sido identificada con cierto grado de certeza en varios depósitos europeos, fundamentalmente miocenos (1). Otra paleoautóctona más pues...
Aunque la robinia es un árbol poco longevo, algunos individuos excepcionales aún testimonian de la época de su introducción, como éste de los jardines de Kew (Inglatera).
Tal como decíamos anteriormente, la robinia se considera una especie exótica invasora en algunos países europeos. En España, por ahora aún queda relegada al anexo II de la lista de especies exóticas invasoras. Es decir, el listado de especies exóticas con potencial invasor. Parece difícil de creer, sin embargo, que los europeos vayan a renunciar a poder hacer uso de una especie tan valiosa y tan versátil. Renunciar a los valiosísimos servicios que presta esta especie equivaldría un poco a tirarse una bala en el pie. Más aún en una época de grandes cambios en la que las especies colonizadoras probablemente vayan a desempeñar un papel muy importante en el futuro. Estas especies, en efecto, deberían verse favorecidas por la masiva mortandad de las especies que aún hoy prevalecen en nuestros bosques pero que tienen que lidiar con condiciones cada vez más desfavorables en su actual área de distribiución...
| (1) Selmeier A. (2001) / Silicified Miocene woods from the North Bohemian Basin (Czech Republic) and from Kuzuluk, district Adapazari (Turkey) / Mitt. Bayer. Staatsslg. Paläont. hist. Geol., Vol.41, pp. 111-144 | ||
| (2) Renzo Motta1, Paola Nola, Roberta Berretti (2009) / The rise and fall of the black locust (Robinia pseudoacacia L.) in the “Siro Negri” Forest Reserve (Lombardy, Italy): lessons learned and future uncertainties / Ann. For. Sci., Vol. 66, 41 | ||

