Esta mañana, llevando mi hijo a casa de sus abuelos, de repente me di de bruces con el rojo esplendoroso de un árbol que se está plantando con cierta frecuencia en Madrid estos últimos años. La mayoría de ellos son, por ahora, arbolitos...
Vivo en un barrio de Madrid –Moratalaz– en cuyo límite septentrional se extiende un descampado que, hasta hace muy pocos años, estaba totalmente dejado de la mano de Dios. Un lugar poblado por hierbas salvajes que la maleza iba poco a poco invadiendo. Un pedacito...