Llegadas para quedarse (2): Schinus areira



Flores del molle (Schinus areira), Moncofa, Castellón.



Haciendo un pequeño repaso mental de las regiones de origen de las principales especies ornamentales adaptadas a la sequía que se cultivan en nuestro país, nos podemos encontrar, grosso modo, con dos tipos de plantas. En primer lugar, claro está, nos encontramos con las especies procedentes de otras regiones de clima mediterráneo, en las que tanto las temperaturas como la repartición de las precipitaciones son bastante similares a las nuestras. Se trata, fundamentalmente, de especies procedentes del E de la cuenca mediterránea y de algunas especies provenientes de regiones como California, Sudáfrica, Chile y el S de Australia. En segundo lugar nos encontramos con especies originarias de zonas subtropicales que han demostrado ser capaces de adaptarse en mayor o menor medida al clima mediterráneo. Se trata de especies provenientes de regiones sometidas a periodos de sequía más o menos prolongados y con una tolerancia al frío que les permiten aguantar los inviernos de la región mediterránea. El braquiquito, que presentamos en el primer artículo de esta serie es un buen ejemplo de tales especies. No son tantas las regiones que reúnen tales condiciones. Una de ellas se encuentra en Sudamérica, en las estribaciones orientales de los Andes, en una eco-región que se ha denominado los "valles secos interandinos". En esta región, las precipitaciones son irregulares y las temperaturas relativamente constantes aunque relativamente frescas según la altitud. De esta región provienen tres especies con una importantísima presencia en las calles y jardines de muchas ciudades del litoral mediterráneo: la tipa (Tipuana tipu), el tarco (Jacaranda mimosifolia) y el molle (Schinus areira), especie a la que hoy dedicamos este artículo. Utilizo a conciencia, sea dicho de paso, el nombre vernacular que tienen estas especies en su lugar de origen.




Hojas y frutos, Avenida Diagonal, Barcelona.



El molle (Schinus areira) es un pequeño árbol que se utiliza con fines ornamentales en casi todas las regiones templadas del planeta y que se ha naturalizado más o menos extensamente, llegando a ser muy común en algunas de ellas. Tanto es así que se le llama a menudo California pepper tree en Estados Unidos, asumiendo prácticamente que se trata de una especie indígena. Lo cierto es que su expansión por todo el imperio español intervino al poco tiempo de descubrirse esta especie, cuyos múltiples usos propiciaron su cultivo y difusión. Se trata en realidad de una especie propia de los bosques secos intermontanos bolivianos y de las punas secas y húmedas de los Andes centrales de Argentina, Bolivia y Perú. Ese nombre popular americano nos permite de paso hacer referencia a uno de los usos más extendidos de esta especie, que en español a menudo se llama "falso pimentero", debido al uso que se hace de sus frutos, que se utilizan como sucedáneo de la pimienta debido al gusto picante que les da la resina que contienen (pimienta rosa).




Hoja del molle (Schinus areira), Moncofa, Castellón.



Llegados a este punto, a muchos lectores les parecerá extraño que llame "molle" a una especie cuyo nombre científico es Schinus areira sin hacer referencia al nombre Schinus molle, que pudiera eventualmente resultarles más familiar. Schinus molle es en realidad un nombre que se ha venido aplicando a dos poblaciones distintas de falsos pimenteros, que muchos botánicos, entre ellos el que describió la especie, no quisieron considerar especies diferentes. Como mucho reconocieron la existencia de dos variedades. Sin embargo, para los botánicos argentinos que estudiaron ambas poblaciones, las diferencias morfológicas entre ambas poblaciones unidas a la separación geográfica no dejaba lugar a dudas: se trataba de dos especies diferentes (4). Este punto de vista ha sido ahora definitivamente refrendado por los estudios filogenéticos más recientes (1), que han mostardo que ambas poblaciones, aunque emparentadas una con otra, forman dos clados claramente separados. Se muestran en la tabla a continuación las diferencias morfoloógicas más importantes entre ambas especies.


Especie Schinus molle Schinus areira
Distribución Mata atlántica, bosques húmedos de Araucarias y pampas en el S de Brasil, Uruguay, NE de Argentina, NE y S de Paraguay. Valles interandinos y punas de Perú, Bolivia y Argentina
Nº de folíolos de las hojas adultas 3-8 pares 15-22 pares
Disposición de los folíolos Estrictamente opuestos En mayor parte alternos
Tamaño de los folíolos 40-82 x 5-21 mm 22-57 x 3-3,5 mm
Ápice de los folíolos
Largamente atenuado y niucronado, con un mucrón curvo

Más o menos redondeado y acuminado
Longitud del raquis 52-144 mm 112-241 mm
Largo raquis/largo peciolo 1,2-2,5 2,5-8


El nombre científico de las dos especies que anteriormente se agrupaban bajo el nombre Schinus molle es, sin embargo, poco afortunado. El nombre específico molle es en realidad el nombre común que tiene en la región andina Schinus areira, pero se utiliza ahora exclusivamente para referirse a la especie del NE de Argentina y S de Brasil. Una confusión propiciada por las reglas nomenclaturales en vigor que ciertamente no ayudará los profanos a aclarar sus ideas.




El molle (Schinus areira) es un activo colonizador de las antiguas tierras de labranza dejadas al abandono y pobladas de densos herbazales. Moncofa, Castellón.



La introducción del molle en la Península Ibérica es probablemente muy antigua. Según Daniel Guillot, que escribió en 2006 una breve nota biográfica de Esteban y Claudio Boutelou (3), la introducción de esta especie habría sido obra de Pablo Boutelou alrededor de 1780. Sin embargo, sabiendo que esta especie se introdujo en México en fechas muy tempranas (2), ya en el siglo XVI, no se puede descartar que su introducción en nuestro país haya sido bastante anterior a esa fecha (la especie fue introducida en México a mediados del siglo XVI por Antonio de Mendoza y Pacheco, primer virrey de Nueva España, quien tras su traslado al virreinato del Perú lo envió al Valle de México para fines ornamentales). Hoy en día, se trata de una especie muy común en nuestro país, cultivada en todas las regiones cálidas de la Península y subespontánea en buena parte de las provincias del litoral mediterráneo. Lo mismo ocurre, sea dicho de paso, en Canarias. Aunque es posible que también se cultive Schinus molle en nuestro país, lo cierto es que la inmensa mayoría de los ejemplares que se pueden observar en nuestro país corresponde a Schinus areira, tanto por razones históricas que ya hemos comentado anteriormente (su difusión se hizo desde Perú) que por razones ecológicas, siendo S. molle una especie más exigente proveniente de los bosques húmedos de Araucarias, de la Mata Atlantica y de zonas de pampa.


SchinusFamilia: AnacardiaceaeOrden: Sapindales

Árboles o arbustos, dioicos, resinosos. Tallos inermes –rara vez espinosos en taxones extraibéricos–, con lenticelas poco aparentes, pelosos o glabros. Hojas persistentes o caducas –en taxones extraibéricos–, alternas, compuestas, imparipinnadas, rara vez paripinnadas –además, en especies extraibéricas, simples–, pinnatinervias, sésiles o pecioladas, coriáceas, subcoriáceas o membranáceas, glabras o pelosas; pecíolo y raquis –cuando existen– frecuentemente alados; folíolos opuestos o alternos, sésiles o subsésiles, enteros, subenteros, crenulados, dentados o serrados, planos o revolutos. Inflorescencia ± densa, axilar y/o terminal, de ordinario espiciforme, racemiforme, paniculiforme o tirsiforme, pedunculada, glabra o pelosa; brácteas lineares, glabras o pelosas, caedizas o persistentes; bractéolas 2, diminutas, caedizas; pedicelos articulados, glabros o pelosos –a veces muy cortos, casi inexistentes–. Flores generalmente unisexuales; disco nectarífero intrastaminal, con 8-10 lóbulos, pateliforme en las flores masculinas y disciforme en las femeninas. Sépalos (4)5, más cortos que los pétalos, imbricados, ovado-lanceolados, glabros o pelosos, persistentes. Pétalos (4)5, imbricados, de lanceolados a obovados, ± patentes, glabros o subglabros, caedizos. Estambres 8-10, libres, en 2 verticilos –los alternipétalos más largos que los opositipétalos; transformados en pequeños estaminodios en las flores femeninas–; filamentos insertos por debajo y entre los lóbulos del disco; anteras grandes. Ovario súpero, unilocular –transformado en pistilodio rudimentario em las flores femeninas–; carpelos 3, soldados; estilos (1-)3, cortos, apicales, en su caso soldados solo en la base, persistentes; estigmas 3, muy cortos, capitados; rudimento seminal 1, de placentación apical a lateral. Fruto drupáceo (nuculanio), globoso, no comprimido lateralmente, de exocarpo de ordinario glabro –a veces densamente peloso–, rosado, ± rojizo o purpúreo, y endocarpo óseo; pedicelo largo, delgado.

Schinus areira

Ár­bol has­ta de 15(25) m, de co­pa re­don­dea­da; corte­za agrie­ta­da, ± ás­pe­ra, esca­mo­sa, de un par­do obscu­ro, a ve­ces grisácea o ro­ji­za. Tallos delga­dos, colgan­tes. Ho­jas 10-20 cm, pa­ri o impa­ri­pinna­das; folío­los 11-47, de 15-60 × 3-10 m­m, o­pues­tos, sési­les, li­near-lan­ceo­la­dos, a­gu­dos, con el ex­tre­mo curva­do, en­te­ros o le­ve­men­te a­serra­dos, glabros –pe­lo­sos, cuan­do jóve­nes–; raquis y pecío­lo no a­la­dos. Inflo­rescen­cia 10-20 cm, que na­ce ha­cia el ex­tre­mo de las ra­mas, colgan­te, muy ra­mi­fi­ca­da, la­xa; pe­di­ce­los cortos, delga­dos. Flo­res de (2)3-5 m­m de diámetro –las mascu­li­nas ge­ne­ral­men­te de ma­yor ta­maño–, de un a­ma­rillo blanque­ci­no o a­ma­rillo ver­do­so. Sépa­los 5, has­ta de 0,5 m­m, con fre­cuen­cia de margen ci­lia­do. Péta­los 5, de 1,3-2,8 × 0,5-1,6 m­m, de lan­ceo­la­dos a o­bo­va­dos, ± obtu­sos. Es­tam­bres 10; an­te­ras pequeñas, subglo­bo­sas. Ova­rio glo­bo­so u o­voi­de. Fru­to 6-8 m­m de diámetro, ± se­co, de e­xo­carpo delga­do, glabro, de co­lor ro­sa o ro­jo, brillan­te, que se des­pren­de con fa­ci­li­dad u­na vez se­co. Se­milla 3-5 m­m de diámetro, glo­bo­sa. 2n = 28*, 30*.

Descripción: Flora Iberica




Parece evidente, viendo la facilidad con la que se adapta al clima mediterráneo y se propaga que esta especie está llamada a desempeñar un papel importante en los ecosistemas que puedan formarse en muchas regiones de nuestro país. Difícilmente se la puede acusar, sea dicho de paso, de ocupar por ahora el lugar de ninguna especie autóctona, desaparecidas hace tiempo de las zonas colonizadas por el molle y cuyo regreso no se espera ni a corto ni a largo plazo. Más teniendo en cuenta que la subida actual de las temperaturas favorece claramente la instalación y el desarrollo de especies subtropicales como ésta.



(1) Da Silva Luz C.L. et al. (2019) / Phylogeny of Schinus L. (Anacardiaceae) with a new infrageneric classification and insights into evolution of spinescence and floral traits / Molecular Phylogenetics and Evolution, Vol. 133, pp. 302–351
(2) Ramírez Albores J.E., Avendaño González M. y Badano E. (2015) / El pirul, el árbol que vino del sur. / CONABIO. Biodiversitas, Vol. 117, pp. 6-11.
(3) Guillot Ortiz D. (2006) / Breve nota biográfica de Esteban y Claudio Boutelou / Bouteloua, Vol. 1, pp. 4-5
(4) Martínez-Crovetto, R., 1963. Estudio taxonômico-biométrico de Schinus molle y Schinus areira, Anacardiaceae. Bonplandia 1 (3), 225–244.



6 comentarios

  1. Muy interesante. No tenia conocimiento de este cambio! La tabla que publicas con las diferencias de las dos especias de donde es?
    Gracias, Jordi

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    1. Del artículo (4) de la bibliografía. Como ves, para los argentinos (que tienen las dos especies en su flora y saben de lo que hablan) hace tiempo que esa diferencia estaba clara. Pero claro, quien se va a creer lo que dicen los científicos del "tercer mundo"...

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  2. Gracias. Sabes de alguna publicación o web en España que se haya planteado rectificar el error?

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    1. Por ahora, todas siguen haciendo referencia a Schinus molle. Ten en cuenta que el estudio filogenético que demuestra claramente la separación de ambas poblaciones es de este año. O sea que puede que aquí en España se tarde aún un poco en rectificar. Eso sí, si consultas webs de América latina casi todas se refieren ya a Schinus areira para nombrar a la especie andina.

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  3. Grácias por éste artículo tan minucioso y documentado.
    En el pasaje dónde vivo, (S.Antoni de Calonge-Gerona-Cataluña-España), existen diez fantásticos " molle".
    ¡ Son preciosos !

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