La tropicalización de Europa

Evocábamos en un artículo anterior (La laurofilización de los bosques europeos ) una consecuencia curiosa del cambio climático en los bosques europeos: la frecuencia cada vez mayor de especies de hojas persistentes, lauroides, en el sotobosque de algunos bosques. En algunas regiones es incluso el estrato arbóreo el que ya se ve afectado por este fenómeno. La mayoría de estas especies son exóticas en los lugares en los que ahora proliferan y tienen como origen los refugios glaciares del sur de Europa (laurel-cerezo, ojaranzo) o el SE asiático (palmera de Fortune, alcanforero del Himalaya). El éxito de estas especies ornamentales, adaptadas a climas diferentes de los que podríamos considerar "tradicionales" en Europa, es claramente el signo de que algo está cambiando en el clima del continente europeo.



¿ Una selva tropical en el SE de Asia ? No, un bosque suizo en Locarno (Ticino). Fotografía: RSI



Para que especies como la palmera de Fortune o el alcanforero del Himalaya se hayan hecho fuertes en regiones como el Ticino (Suiza) y todo el norte de Italia en general hemos debido de cruzar sin darnos cuenta algún umbral del que no éramos conscientes. El clima en esta región ya era particularmente favorable,  pero ha bastado que los inviernos se suavicen un poco para que el clima se convirtiese en subtropical (Cfa), muy similar al del SE de China, y eso dio rienda suelta a la colonización de los bosques de esa región por las numerosas plantas ornamentales que se cultivan desde hace siglos en esta zona turística de clima privilegiado.

¿Significa esto que tenemos que luchar contra estas especies y evitar a toda costa una evolución de la vegetación que era la de esperar al pasar de un clima templado (el de hace un par de siglos) a un clima francamente subtropical? La única especie autóctona que se está aprovechando de esta situación en esa región es el laurel. ¿Tiene algún sentido perdonar al laurel y condenar las demás especies lauroides por ser "exóticas"? En este punto del debate es donde los estudios de paleobotánica son particularmente útiles, ya que estos han mostrado que esta región del norte de Italia tuvo una riquísima flora hasta el Quaternario medio, siendo probablemente uno de los lugares que albergó las últimas laurisilvas del continente. ¿Asistiremos pues en el futuro a una "tropicalización" de Europa, que podría modificar por completo nuestros paisajes? Empecemos pues por ver cual es la situación actual echando una ojeadita al mapa climático de Europa "actual" (1980-2016).






Lo que este mapa muestra es la actual dominancia en Europa Central de climas templados y continentales con precipitaciones constantes a lo largo del año y temperaturas suaves en verano (Cfb y Dfb). En esta región, las temperaturas medias superan los 10 grados entre 4 y 9 meses al año. Más al sur, en la región mediterránea, predominan los climas con veranos secos, ya sean templados (Csb), subtropicales (Csa) o netamente secos (BSk). El clima subtropical húmedo al que nos referíamos al hablar del norte de Italia (Cfa) se reparte fundamentalmente por el Norte de Italia, algunas zonas de los Balcanes, las zonas costeras del Mar Negro y la zona del Cáucaso. Zonas muchas de ellas que han desempeñado un importante papel de refugio durante las glaciaciones.

¿Qué nos depara pues el futuro? Un estudio reciente (1) ha calculado cual sería el clima mundial para el periodo 2071–2100 y el resultado para Europa es el que os muestra este segundo mapa: 






Estos son algunos de los cambios más evidentes que este mapa permite apreciar;

- Primera constatación, particularmente visible en el E de Europa, aunque también viendo el límite meridional del clima de tipo Cfb en Europa Occidental, es el importante desplazamiento de las distintas zonas climáticas hacia el norte. ¡El desplazamiento es de aproximadamente 1000 kilómetros!

- En el norte de Europa, la zona con clima de tipo Dfc (veranos suaves con el mes más cálido < 22 °C de media, temperaturas medias mayores de 10 °C se dan en menos de cuatro meses al año, temperatura media del mes más frío es superior a −38 °C.) se reduce considerablemente, encontrando refugio en los relieves escandinavos (y nosotros aquí intentando salvar a toda costa los últimos urogallos).

- El clima de tipo subtropical húmedo (Cfa) se impone en prácticamente toda Europa Central. Este es, creo yo, el cambio más impactante ya que se acompañará de un cambio drástico de la flora de esta región, en la que especies mejor adaptadas al calor deberían lógicamente sustituir a las actuales, que en muchas regiones muestran ya evidentes signos de declive tras algunos episodios caniculares catastróficos como el del verano de 2018.

- En la región mediterránea, se expanden las zonas afectadas por la sequía y se reducen mucho las zonas con clima templado, que no dejarán de ser las que conocemos actualmente. En la Península Ibérica, se acentúa el contraste entre la fachada atlántica y el resto de la Península. Es interesante comparar este mapa (calculado) con la reconstrucción de los biomas de comienzos del Plioceno que hizo Fauquette (2):



Básicamente nos muestra que en la fachada atlántica predominaban los bosques de hojas persistentes (laurisilvas) que convivían con bosques templados decíduos que marcaban la transición hacia los climas de tipo mediterráneo. El resto de la Península estaba claramente dominada por una vegetación xerofítica que probablemente fue mucho más abierta que la actual. Esto me lleva a pensar que el modelo que ha servido a construir el mapa del periodo 2071-2100 tal vez exagere un poco la expansión de la zona climática Csa a lo largo de la fachada atlántica del continente europeo.

La conclusión de este artículo es obvia: el clima y la vegetación van a cambiar mucho en Europa de aquí a finales de siglo y no tener en cuenta lo que estos modelos predicen podría llevarnos a tomar decisiones catastróficas. El conservacionismo, en particular, necesita una profunda revisión, porque mantener el status quo en un mundo que cambia a toda velocidad claramente no es la respuesta que se espera para salvar a muchas especies gravemente amenazadas por el cambio climático...



(1) Beck, H.E., N.E. Zimmermann, T.R. McVicar, N. Vergopolan, A. Berg, E.F. Wood: Present and future Köppen-Geiger climate classification maps at 1-km resolution, Scientific Data 5:180214, doi:10.1038/sdata.2018.214 (2018).
(2) Fauquette S. et al. (1999) / Climate and biomes in the West Mediterranean area during the Pliocene / Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, vol. 152, pp. 15–36.




4 comentarios

  1. Penso también tiene interés investigar la colonización natural de flora desde climas más calientes.
    Esas palmeras exoticas fueron introducidas recientemente por los humanos.

    Además: https://1.bp.blogspot.com/-n9Iaa5q2CHw/XuiPds-0RMI/AAAAAAAAIIU/2IGIXhEpqO8DbSYtuJfn7CNhTWwVQUCnQCK4BGAsYHg/d/mapa_europa_finaldesiglo.jpg

    En el futuro solo un clima en portugal continental? No me parece posible.

    Datos bioclimaticos de Rivaz Martinez, Angel Penas y Tomás Diaz: http://www.globalbioclimatics.org/form/tb_med.htm

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    1. Yo también tengo mis dudas de que Portugal llegue a tener ese clima en el futuro. Creo que el mapa que muestra los ecosistemas del Plioceno es más realista. Pero bueno, no deja de ser un modelo con sus limitaciones. Nos da una visión muy general que es, creo yo, la interesante. Luego a más pequeña escala, como ocurre en Portugal, pues puede que no acierte demasiado. Yo creo que no dejará de llover en la fachada atlántica, tal vez incluso más que ahora. Para mí que el clima de la fachada atlántica tenderá más a ser como en el resto de Europa (tipo Cfa).

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  2. El Cfa es un cajón de sastre donde entra desde el clima de Washinghton DC (y la isla de calor de NY) hasta el clima de Hong Kong o el de Taipei, con vegetación muy diferente entre un caso y el otro.

    Igual que el Cwb en latitudes bajas, ya que coge tanto lugares con temperatura media de 19 grados como de 10 grados (a 1500 o 1600 metros más de altitud)

    Y viendo que aparecen manchas de BSk, parece que una parte importante del centro europeo se podría parecer a la pampa argentina, claro está, dando por bueno el modelo.

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  3. Aquí es donde, creo yo muy humildemente, los datos de la paleobotánica nos pueden indicar hacia qué vamos. Y si miramos cómo era Europa a finales del Terciario, cuando ese tipo de clima era predominante en Europa, dominaba claramente en todo el centro de Europa un bosque bastante similar, en su composición, al de el SE de China. Como la distribución de las masas continentales no ha variado tanto desde aquella época, personalmente pienso que lo más probable es que la subida de las temperaturas nos lleve a una situación similar a la de finales del terciario (Mioceno y Plioceno).

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