Naturalistas vs. ecologistas

Se vienen llamando "naturalistas" desde el siglo XVI a aquellas personas que se dedican al estudio de la naturaleza, sin que ese término estuviese asociado a ningún título ni oficializado de alguna manera. Los naturalistas del pasado han sido tanto científicos como artesanos o simples entusiastas. El término es bastante inclusivo y yo me reconozco perfectamente en él, habiendo sido la inmensa mayoría de los naturalistas personas con una curiosidad enorme que se interesaron por casi todos los campos de las ciencias naturales e incluso de la antropología. Observadores de la naturaleza de la primera hora, ellos pusieron la base de lo que luego se convertirían en disciplinas científicas mucho más acotadas y especializadas.



Alejandro de Humboldt y Bonpland, en la selva amazónica del río Casiquiare (óleo de Eduard Ender, hacia 1850).

De todas esas ciencias, la biología es probablemente la que más relevancia ha adquirido, subdividiéndose a su vez en un sinfín de especialidades, dado lo inabarcables que son las Ciencias de la Vida. La que estudia las interrelaciones entre los seres vivos y entre los seres vivos y su medio acabaría llamándose "ecología" y fue durante mucho tiempo el campo de estudio de los ecólogos. Hasta que empezó a crecer en la población el interés por los temas medioambientales, convirtiéndose entonces la ecología en un tema mucho más politizado, que llevó al nacimiento de los grandes grupos ecologistas que conocemos hoy en día.



Manifestación ecologista en Polonia.

El ecologismo no es pues Ciencia, aunque se nutra de conceptos y de ideas propuestas por los naturalistas y científicos que desarrollaron esa ciencia. Pero en el camino, muchas de esas ideas y conceptos han sido mal interpretados, tergiversando el mensaje de los científicos, que normalmente intentan observar la naturaleza de la manera más neutra posible, sin dejarse guiar por ideas preconcebidas. Y no fue nada fácil, sabiendo que para desarrollarse, muchas ciencias tuvieron que desmarcarse del marco conceptual que les imponían las religiones.

Hoy en día, la ciencia intenta mantenerse neutra y no dejarse influenciar por aquellos que intentan imponer sus verdades, pero resulta muy difícil mantener cualquier imparcialidad cuando aquellos que quieren imponer sus verdades son los mismos que financian la ciencia. Abstraerse de las presiones que ejercen esas personas y los grandes grupos de presión que rigen nuestras economía y nuestra ideología es sumamente difícil y si antes los científicos y los naturalistas iluminaron con sus ideas al resto de la sociedad, hoy luchan para que esa misma sociedad no los encierre en un marco de pensamiento muy rígido que impida el desarrollo de ideas y de conceptos novedosos.



Muy dependiente de la financiación que le concede la sociedad, la investigación científica actual no goza de la misma libertad con la que estudiaban los naturalistas del siglo XIX, guiados por su curiosidad y sed de conocimiento.

Para mí, el auge y desarrollo de la biología de las invasiones es un claro ejemplo de como ideas que no tienen nada que ver con la Ciencia han logrado imponerse a los propios científicos desde fuera, tomando incluso prestado todo un vocabulario belicista e ideas xenófobas que no existían en la ecología "primigenia". Se trata de una ideología que se ha disfrazado de ciencia utilizando un vocabulario científico pero que en el fondo no logra esconder ese carácter de pseudo-ciencia que ya denunciaba David Theodoropoulos hace más de 20 años.



La biología de las invasiones nació en los años 50, en una época marcada por el miedo a invasiones militares extranjeras (las de los "rojos" y de los "amarillos") y extraterrestres. Títulos icónicos como la Guerra de los Mundos datan de aquella época.

Los conceptos y definiciones que maneja la biología de las invasiones no son reproductibles ni en el espacio ni en el tiempo. Pongamos un ejemplo muy sencillo: ¿cómo reconocemos a un Mamífero carnívoro? Pues resulta que su dentición está adaptada a esa dieta y presenta características que son iguales aquí, en la tundra o en la jungla amazónica. Es más, cuando descubrimos la mandíbula de un mamífero carnívoro en los sedimentos de hace millones de años, esas mismas características nos permiten saber cual era su dieta. Características reconocibles en cualquier lugar y época. Esto es lo que yo llamo Ciencia. Definamos ahora lo que es una especie invasora... Pues resulta que a día de hoy no hay consenso sobre su definición, porque resulta que una especie que es "invasora" en algún lugar, puede no serlo en otra. Y además, eso varía en el tiempo y depende, sobre todo, de la apreciación de cada observador. Algunas personas pueden ver especies invasoras donde otros solo ven especies oportunistas. ¿Os parece eso Ciencia?



El uso de herbicidas en la lucha contra las plantas invasivas, por muy selectiva que sea su aplicación, no deja de ser un peligro para todo el ecosistema. Esos productos son tan peligrosos que pueden incluso afectar gravemente la salud de quienes los dispersan en la naturaleza, sin saber muy bien donde acabarán estas sustancio y qué efectos tendrán en toda la cadena trófica.

Así que pido un poco de respeto por los auténticos amantes de la naturaleza, aquellos que nos consideramos aún naturalistas y observamos las cosas sin prejuicios, aquellos que no consideramos que la naturaleza comete errores que hay que corregir a toda costa utilizando maquinaria pesada y venenos, aquellos que sabemos que la naturaleza está cambiando perpetuamente, reajustándose una y otra vez para responder a los cambios que ocurren a la superficie de la tierra. El cambio climático actual es el mayor desafío al que nos enfrentamos hoy en día. Todos los demás problemas son chiquilladas en comparación. Quienes no quieran verlo y prefieran vivir obcecados con el pasado (ah, ese bendito Holoceno) algún día sufrirán una gran crisis de consciencia, porque los cambios no cesan y son, para más inri, irreversibles. Pero puede que sea demasiado tarde cuando despierten y abran su mente a la realidad...

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