Evocaba, en un post anterior, al ahuehuete, árbol nacional de México presente a orillas de muchos ríos en ese país y particularmente bien adaptado a nuestro clima mediterráneo continental. Un pariente próximo del ahuehuete, el ciprés de los pantanos, a veces considerado como la misma especie, forma hoy en día unos bosques absolutamente únicos en las zonas pantanosas de las llanuras litorales del sur de Estados Unidos y del valle del Mississippi Todos conocemos esos bosques, en los que Hollywood ha ambientado muchas películas, y estos nos parecen algo exótico, totalmente ajeno a lo que conocemos. Los estudios de paleobotánica, sin embargo, han demostrado desde hace ya muchos años que tales bosques también estuvieron presentes en nuestro continente antes de que las glaciaciones acabaran con ellos.
Ramillas del ciprés chino
La sorpresa que han deparado los estudios llevados a cabo en Europa, sin embargo, no fue que el ciprés de los pantanos estuviese presente en nuestro continente, sino que esa especie no estaba sola. Otra Cupresácea adaptada a vivir en el mismo tipo de ecosistemas convivió con el ciprés de los pantanos y fue, en muchos lugares, incluso más frecuente y más abundante que esa especie. Hablamos del ciprés chino (Glyptostrobus pensilis), originario de las regiones subtropicales del SE de China y de Vietnam. Como el ciprés de los pantanos, esta especie está adaptada a vivir en zonas pantanosas y en los bancos de los ríos. Ese género estuvo presente, en el Terciario, en todo el Hemisferio Norte pero tan solo sobrevivió en un área muy reducida, en la que ni tan siquiera está claro que aún existan poblaciones realmente naturales. Afortunadamente, la especie se ha utilizado extensivamente para fijar los taludes de los arrozales y eso ha asegurado su supervivencia hasta la actualidad.
Conos fósiles de Glyptrostrobus europaeus (Mioceno, Hungría) / Hungarian Natural History Museum, europaeana collections
Los restos fósiles encontrados en Europa se han asignado a la especie Glyptostrobus europaeus, que estuvo presente en todo el Hemisferio Norte hasta bien entrado el Pleistoceno. Fue en realidad ésta la especie dominante en las zonas pantanosas del continente europeo, siendo bastante abundantes sus restos en muchos depósitos europeos. El caso más extraordinario es el bosque fósil de Stura di Lanzo, en el norte de Italia y datado del Plioceno, en el que se han encontrado las diferentes partes fosilizadas del árbol (hojas, frutos, troncos), permitiendo reasignar a esta especie muchos restos que se habían descrito anteriormente bajo diferentes nombres. De esta especie proviene también, muy probablemente, la mayor parte de la lignita miocena explotada en la mina de Bükkábrány (Hungría).
Base de los troncos conservada en los sedimentos fangosos del Plioceno de Stura di Lanzo (Italia) / Fotografía: (ref)
Aparte de su abundancia en muchos lugares de Europa durante todo el Neógeno, cabe destacar también de esta especie su tardía desaparición en el este del continente europeo. Habría desparecido del delta del Emba (norte del Mar Caspio, Kasajistán) hace aproximadamente 26.000 años (1) y podría haber estado presente hasta el Holoceno en las zonas pantanosas de la costa meridional del Mar Negro (2).
Con la progresiva subida de las temperaturas en la Cuenca Mediterránea, no me parecería descabellada la idea de promover el regreso de esta especie (proxy) en nuestro continente. No tengo constancia de que nadie lo haya intentado pero no me parecería fuera de lugar el ciprés chino en lugares como Doñana o la Albufera donde, sea dicho de paso, ya está presente un pequeño bosquecillo de cipreses de los pantanos. Más teniendo en cuenta que esta especie está catalogada por la IUCN como en peligro crítico de extinción.
Por mi parte, no tengo por ahora una idea muy clara de si esta especie podría cultivarse en nuestro país. Intentaré comprar semillas este otoño para sembrarlas la próxima primavera. Si veo que la cosa va bien, intentaría entonces convencer al ayuntamiento de Moncófar (donde paso mis vacaciones) de permitirme plantarlos en algún solar sin contruir que se transforma en pantano buena parte del año.
Ramillas del ciprés chino
La sorpresa que han deparado los estudios llevados a cabo en Europa, sin embargo, no fue que el ciprés de los pantanos estuviese presente en nuestro continente, sino que esa especie no estaba sola. Otra Cupresácea adaptada a vivir en el mismo tipo de ecosistemas convivió con el ciprés de los pantanos y fue, en muchos lugares, incluso más frecuente y más abundante que esa especie. Hablamos del ciprés chino (Glyptostrobus pensilis), originario de las regiones subtropicales del SE de China y de Vietnam. Como el ciprés de los pantanos, esta especie está adaptada a vivir en zonas pantanosas y en los bancos de los ríos. Ese género estuvo presente, en el Terciario, en todo el Hemisferio Norte pero tan solo sobrevivió en un área muy reducida, en la que ni tan siquiera está claro que aún existan poblaciones realmente naturales. Afortunadamente, la especie se ha utilizado extensivamente para fijar los taludes de los arrozales y eso ha asegurado su supervivencia hasta la actualidad.
Conos fósiles de Glyptrostrobus europaeus (Mioceno, Hungría) / Hungarian Natural History Museum, europaeana collections
Los restos fósiles encontrados en Europa se han asignado a la especie Glyptostrobus europaeus, que estuvo presente en todo el Hemisferio Norte hasta bien entrado el Pleistoceno. Fue en realidad ésta la especie dominante en las zonas pantanosas del continente europeo, siendo bastante abundantes sus restos en muchos depósitos europeos. El caso más extraordinario es el bosque fósil de Stura di Lanzo, en el norte de Italia y datado del Plioceno, en el que se han encontrado las diferentes partes fosilizadas del árbol (hojas, frutos, troncos), permitiendo reasignar a esta especie muchos restos que se habían descrito anteriormente bajo diferentes nombres. De esta especie proviene también, muy probablemente, la mayor parte de la lignita miocena explotada en la mina de Bükkábrány (Hungría).
Base de los troncos conservada en los sedimentos fangosos del Plioceno de Stura di Lanzo (Italia) / Fotografía: (ref)
Aparte de su abundancia en muchos lugares de Europa durante todo el Neógeno, cabe destacar también de esta especie su tardía desaparición en el este del continente europeo. Habría desparecido del delta del Emba (norte del Mar Caspio, Kasajistán) hace aproximadamente 26.000 años (1) y podría haber estado presente hasta el Holoceno en las zonas pantanosas de la costa meridional del Mar Negro (2).
Con la progresiva subida de las temperaturas en la Cuenca Mediterránea, no me parecería descabellada la idea de promover el regreso de esta especie (proxy) en nuestro continente. No tengo constancia de que nadie lo haya intentado pero no me parecería fuera de lugar el ciprés chino en lugares como Doñana o la Albufera donde, sea dicho de paso, ya está presente un pequeño bosquecillo de cipreses de los pantanos. Más teniendo en cuenta que esta especie está catalogada por la IUCN como en peligro crítico de extinción.
Por mi parte, no tengo por ahora una idea muy clara de si esta especie podría cultivarse en nuestro país. Intentaré comprar semillas este otoño para sembrarlas la próxima primavera. Si veo que la cosa va bien, intentaría entonces convencer al ayuntamiento de Moncófar (donde paso mis vacaciones) de permitirme plantarlos en algún solar sin contruir que se transforma en pantano buena parte del año.
Glyptostrobus pensilis | Familia: Cupressaceae | Orden: Pinales | |
Árbol de hasta 15(25) m de altura, tronco de hasta 1,2 m de diámetro, con contrafuertes en su base; corteza de color castaño o blanco grisáceo con matices castaños, que se desprende en largas tiras irregulares; ramas principales patentes, horizontales; ramillas laterales en dos rangos, las de las ramas viejas a menudo muy densos. Hojas escuamiformes adpresas, 1,5-3 × 0,4-0,6 mm, con puntuaciones estomatales blancas dispersas, superficie adaxial convexa, base decurrente y ápice incurvado, ligeramente uncinado. Hojas de las ramillas de primer año erecto-patentes, dispuestas a 40-45º del eje de la rama, con un espaciado de 1,5-2 mm entre ellas, subuladas, ligeramente falcadas y de extremidad recurvada, 2-7 × 0,4-0,6 mm, con líneas estomatales sobre todas las caras y sobre el eje de la ramilla, borde posterior con un ala membranácea estrecha y decurrente. Conos femeninos obovoides, 1,4-2,5 x 0,9-1,5 cm; escamas del cono comprimidas, escamas medianas obovadas, 1-1,3 x 3-5,5 mm, de base cuneada. Semillas de color castaño, elípticas, algo aplanadas, 5-7 × 3-4 mm, con un ala basal de 4-7 mm. Glyptostrobus Arboles semicaducifolios, monoicos; ramillas dimorfas, unas perennes y otras anuales; ramillas perennes verdes durante varios años, con líneas blancas de puntuaciones estomatales, luego estriadas y sulcadas con las bases decurrentes de las hojas; ramillas anuales decíduas, cortas, que nunca desarrollan cicatrices o yemas. Hojas espiraladas, sésiles, trimorfas: en las ramas principales, ramillas perennes (tras el primer año) y ramillas fértiles las hojas son escuamiformes, relativamente gruesas y persistentes unos 2 o 3 años (tipo Cupressus); en las ramillas anuales decíduas de los árboles maduros las hojas se disponen en tres rangos y son subuladas, de sección cuadrangular (tipo Cryptomeria); en las ramillas anuales decíduas de los jóvenes ejemplares las hojas a menudo se disponen en 2 rangos y son sésiles, lineares y aplanas (tipo Taxodium). Conos masculinos terminales, sobre ramillas cortas y erectas cubiertas de hojas escuamiformes, solitarios, elipsoidale; esporofilos 15-20 dispuestos en espiral, sésiles; sacos polínicos (2)5-7(9). Conos femeninos terminales, cortamente pedunculados, erectos una vez maduros, ± piriformes; brácteas de los conos maduros ± completamente soldadas con las escamas del cono, tan solo libre su ápice, triangular, recurvado, situado en la parte central o distal de la cara abaxial de las escamas, con 2 óvulos en su axila; escamas 20-22, dispuestas en espiral, sésiles, leñosas, las basales estériles, las medianas portadoras de 2 semillas, con 6-10 dientes triangulares agudos en su margen distal; escamas distales liguladas, multiangulares, estériles. Semillas elipsoidales, ligeramente aplanadas, pequeñas, con una pequeña ala terminal, recurvada. Cotiledones 4 o 5. Germinación epígea. 2n = 22*. |
(1) Richards K. et al. (2017) / Late Pleistocene to Holocene evolution of the Emba Delta, Kazakhstan, and coastline of the north-eastern Caspian Sea: Sediment, ostracods, pollen and dinoflagellate cyst records / Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, Vol. 468, pp. 427–452 | ||
(2) Biltekin D. et al. (2015) / Anatolia: a long-time plant refuge area documented by pollen records over the last 23 Million years / Review of Palaeobotany and Palynology, Vol. 215, pp.1-22 |
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