Paleoautóctonas (28): Tsuga

Al evocar las floras del pasado del continente europeo, un género destaca por la abundancia de sus restos fósiles, tanto microscópicos (polen) como macroscópicos: Tsuga. Los pequeños conos de estas coníferas, con sus escamas persistentes, se conservan a menudo completamente y tenemos pues un relativamente buen conocimiento de la extensión e importancia que llegó a desempeñar este género.



Conos abiertos de Tsuga canadensis, Penny Brook Farm, Vermont, EE.UU. / Fotografía: TheNickster / Licencia: CC BY-SA 2.0



El género Tsuga tiene hoy en día un área de distribución típicamente disyunta, con especies tanto en Norteamérica (4 especies) como en el SE de Asia (6 especies). Se trata de árboles con el típico porte cónico de muchas Pináceas, cuya guía terminal, como en los cedros, a menudo se inclina. Son árboles que crecen típicamente en zonas montañosas en las que disfrutan de un nivel de precipitaciones relativamente elevado. En Europa este género tuvo una amplia distribución, alcanzando antes del Cuaternario zonas tan al norte como Islandia y Escandinavia, donde probablemente fueron un elemento del bosque boreal. En el resto de Europa, su presencia estuvo relacionada con la presencia de relieves en los que este género convivía con otras coníferas como Cedrus, Keteleeria y Cathaya formando bosques mixtos como los que se pueden observar hoy en China.




Area de distribución del género tsuga en el Neógeno del Continente europeo.



Presente en la práctica totalidad del continente europeo a finales del Terciario, el área ocupada por este género fue circunscribiéndose al área mediterránea en los periodos glaciares, reapareciendo repetidas veces en el centro y norte de Europa durante los periodos interglaciares. A finales del Pleistoceno Inferior, sin embargo, el género ya tan solo estuvo presente en el sur de la Península Itálica, de los Balcanes y de Anatolia. Sus registros más recientes alcanzan el Holoceno en la región del Mar caspio, donde la progresiva aridificación y la subida de nivel del Mar Caspio aparentemente acabaron con sus últimos refugios.

Mapa de distribución de Tsuga heterophylla
en Irlanda y Gran Bretaña.
Tsuga del Pacífico en Shepards Gutter, Hampshire, Gran Bretaña / Fotografía:
Owen Munday



Introducida en Gran Bretaña en 1852, la tsuga del Pacífico (Tsuga heterophylla) se ha plantado extensamente en las Islas Británicas, donde se ha naturalizado sin mayores dificultades debido al gran parecido entre el clima de la fachada atlántica del continente europeo y el de la fachada pacífica del Norteamérica, donde convive con el abeto de Douglas (Pseudotsuga menziesii) en los bosques pluviales de la franja costera del norte de EEUU y de Canadá. En otros países europeos, en cambio, su presencia es por ahora mucho más discreta.


TsugaFamilia: PinaceaeOrden: Pinales

Árboles perennifolios de copa cónica, con la guía terminal por lo general inclinada. Corteza de color gris a castaño, escamosa, a menudo profundamente fisurada. Ramas horizontales a menudo arqueadas hacia el suelo; braquiblastos ausentes; ramillas jóvenes y partes distales del tallo flexuosas y péndulas. Yemas ovoideas o globosas, por lo general de ápice redondeado, no resinosas. Hojas en disposición subdística o radial, persistentes varios años, planas o algo angulares, abruptamente estrechadas en un corto pecíolo retorcido en la base, dispuestas sobre proyecciones estipitadas angulosas, vainas ausentes, ápice redondeado o emarginado, líneas estomatales en el haz, raramente en ambas superficies, formando dos bandas blancas separadas por la vena mediana; haz vascular 1, canal resinífero 1 por debajo del haz vascular. Conos sobre las ramas de un año. Conos masculinos solitarios, globosos, de color castaño. Conos femeninos péndulos, ovoideos, oblongos u oblongos-cilíndricos, sésiles o subsésiles, de maduración anual; escamas persistentes, de formas variadas , finas, coriáceas, sin apófisis y umbo; brácteas pequeñas, inclusas. Semillas aladas; cotiledones 4-6. x=12.




En la Península Ibérica la especies del género Tsuga no dejan de ser curiosidades de arboreto y de jardines botánicos, a pesar de tener la fachada atlántica un clima que pudiera ser favorable a una u otra de sus especies, tal como demuestra la perfecta adaptración de la tsuga del pacífico en las Islas Británicas. Es de destacar sobre todo el arboreto de Lourizán, donde se pueden observar 5 especies de este género (Tsuga caroliniana, Tsuga canadensis, Tsuga chinensis, Tsuga heterophylla & Tsuga mertensiana). En otros lugares, como el Jardín Botánico de Alcalá, se puede observar algún que otro ejemplar de Tsuga canadensis, una especie algo más rústica que la tsuga del Pacífico.

0 comentarios