Crónicas de un mundo en mutación


El cambio climático ya es una realidad que promete modificar profundamente nuestros paisajes, nuestra flora y nuestra fauna.
El pasado es una ventana que nos permite intuir cómo será ese futuro que os propongo descubrir.

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Parque Natural de Südgelände, en el emplazamiento de la antigua estación de ferrocarril de Berlín-Tempelhof / Fotografía: Hanson59 / Licencia: CC BY-SA 3.0

Uno de los tesoros naturales más sorprendente que esconde la ciudad de Berlín es el parque natural que se ha desarrollado sobre el antiguo nudo ferroviario de Tempelhof, que fue abandonado a mediados del siglo XX a consecuencia de la construcción del Muro de Berlín. Sobre las vías del tren y entre viejas locomotoras de vapor, la vegetación se ha ido apoderando de esos terrenos y ha nacido un enclave verde muy peculiar: el Natur-Park Südgelände. Tras el cierre definitivo de la estación en 1952, la naturaleza fue poco a poco colonizando estos terrenos, como si se tratase de una nueva isla surgida del océano. Sin apenas intervención humana, se desarrollaron praderas secas y bosques, siguiendo la esperada dinámica de la vegetación. En este entorno aparentemente tan humanizado e inhóspito acabó instalándose una gran variedad de especies que constituyen unos ecosistemas absolutamente únicos. Por esta razón, este lugar fue declarado reserva paisajística y natural en 1999, a pesar de albergar un altísimo número de especies exóticas.



El nudo ferroviario de Tempelhof en 1935 con, abajo a la derecha, la pequeña estación de intercambio.

Al quedar aislada y sin uso esta zona tras la segunda guerra mundial, la vegetación tomó cuenta del lugar y se desarrolló espontáneamente durante más de 70 años, sin ninguna intervención humana. El parque se extiende sobre un total de 18 hectáreas y está surcado por varios senderos que se han construido sobre una pasarela para proteger el suelo. El desarrollo ha sido progresivo, dominando al principio la vegetación herbácea, que ha sido luego desplazada por la llegada de los árboles. Las observaciones realizadas en 1981 y en 1991 demuestran una rápida progresión de la vegetación leñosa en los años 80. No he encontrado datos más recientes pero parece que la situación no ha cambiado drásticamente desde aquél entonces.

1981 1991
Superficie total (ha) 22,4 20,0
Superficie cubierta de vegetación (ha) 21,6 (= 100 %) 19,1 (= 100 %)
Vegetación herbácea (%) 63,5 30,9
Vegetación leñosa (%) 36,5 69,1
      Robinia pseudoacacia 11,2 21,3
      Betula pendula 13,7 23,8
      Betula pendula/Populus tremula ? 5,3
      Populus tremula 1,3 2,3
      Acer platanoides / Acer pseudoplaranus 0,2 1,4
Comparación de las proporciones de vegetación herbácea y leñosa en la zona central del Parque Natural de Südgelände en 1981 y 1991. / Kowarik I. & Langer A. (1994)

Las dos especies de árboles dominantes en este parque natural son el abedul (Betula pendula) y la robinia (Robinia pseudoacacia), que fundamentalmente se han convertido en tales por razones de proximidad. O sea, que había en zonas próximas árboles maduros desde los que se pudieron dispersar las semillas que acabaron germinando en este área. El abedul, en particular, no es un árbol especialmente frecuente en la ciudad de Berlín (), siendo normalmente dominados los bosques desarrollados en eriales urbanos por la robinia. Además de estas dos especies, también ocupan superficies menores (por importancia decreciente) el álamo (Populus tremula), el arce real (Acer platanoides , el roble (Quercus robur,) y el arce blanco (Acer pseudoplatanus). Estas especies tienen por ahora una importancia menor, que podría sin embargo cambiar según vayan envejeciendo y evolucionando estos bosques noveles.



Número de especies y tamaño de las poblaciones de especies arbóreas exóticas y autóctonas en (A) una zona residencial en el centro histórico de Berlín y (B) bosques en descampados urbanos dominados por Robinia pseudoacacia. / Kowarik I. et al. (2013)

Este parque demuestra claramente que por encima de los factores climáticos y edáficos, lo que determina la composición específica de estos bosques es la pura casualidad (o suerte, como querais llamarlo). Existen otros parques similares en Berrlín y estos tienen una composición de especies diferente, a pesar de que todos se han desarrollado sobre terrenos antropizados. Las circunstancias particulares de cada cual puede llevar a "resultados" muy diferentes según la ·disponibilidad" de las distintas especies potencialmente capaces de desarrollarse en este tipo de terreno. La fitosociología, muchas veces, no hace sino poner de manifiesto asociaciones de especies que comparten "apetencias" comunes pero que son bastante circunstanciales.

Ante la imparable progresión de la vegetación arbórea, e intentando siempre preservar el caracter natural de este enclave verde, las autoridades berlinesas han optado por rejuvenecer periódicamente algunas partes del parque a fin de mantener siempre espacios abiertos dominados por vegetación herbácea, en los que se concentra en realidad buena parte de la biodiversided del parque. Remitimos el lector al estudio de Kowarik I. & Langer A. (1994) si desea hacerse una idea de las especies que se puede encontrar en el parque.




Floración de la onagra común (Oenanthe biennis) en una zona herbosa del parque / Fotografía: Kleine Fluchten Berlin

En los rodales de robinia más antiguos, son aún pocos los troncos que se han derrumbado. Aunque el estrato arbóreo está aún dominado por la robinia, ya van apareciendo localmente potenciales competidores (Acer platanoides, Quercus robur, Acer pseudoplatanus), que por ahora se observan sobre todo en el estrato herbáceo, el estrato arbustivo y el arbóreo inferior. Cabe esperar que con el desarrollo de estas especies, disminuya drásticamente la luminosidad en el sotobosque y quede poco a poco desplazada la robinia, tal como se observa ya en algunos bosques italianos, por ejemplo (Motta R. et al., 2009). No parece, sin embargo, que la dominancia de la robinia esté por ahora en peligro en el Parque Natural de Südgelände y esto se debe tanto a que las condiciones de partida eran muy diferentes de las de unas tierras agrícolas o de un bosque y a que la llegada de propágulos sea mucho más limitada y complicada en medio de una ciudad. De todos modos, no hay que perder de vista que el desarrollo de un bosque primario en Europa requeriría siglos (Francis Hallé estima que hacen falta 800 años).



Kowarik I. et al. (2013) / Prevalence of alien versus native species of woody plants in Berlin differs between habitats and at different scales / Preslia, Vol. 85, pp. 113–132
Kowarik I. & Langer A. (1994) / Vegetation einer Berliner Eisenbahnfläche (Schöneberger Südgelände) im vierten Jahrzehnt der Sukzession / Vcm, BCL Ver, Berlin Brandcnburg, Vol. 127, pp. 5-43
Renzo Motta, Paola Nola, Roberta Berretti (2009) / The rise and fall of the black locust (Robinia pseudoacacia L.) in the “Siro Negri” Forest Reserve (Lombardy, Italy): lessons learned and future uncertainties / Ann. For. Sci., Vol. 66, 41

Los pinos, tan denostados hoy en día por los ecologistas de nuestro país, que idolatran las frondosas y quisieran ver crecer especies del género Quercus por doquier, desempeñan sin embargo un papel muy importante en los ecosistemas de la región mediterránea. Los pinos son árboles muy rústicos que suelen colonizar con rapidez los espacios que quedan abiertos tras alguna perturbación. Especies colonizadoras, exigentes en luz y capaces de aguantar condiciones muy duras en las que las frondosas sufren mucho.



Pino piñonero en la Casa de Campo de Madrid / Fotografía: Adrián Rodríguez / Licencia: Dominio Público

Los pinos han adquirido secundariamente una extraordinaria importancia en Europa y en muchos continentes, al ser árboles de relativamente rápido crecimiento que producen una muy buena madera para muy distintos usos. Por esta razón se ha utilizado masivamente en nuestro país (y en muchos otros) en programas de repoblación a los que no se les dio el seguimiento prometido, que en muchos lugares pasaba por plantar frondosas una vez que se hubiese establecido un primer dosel arbóreo de pinos que permitiese esa transición. Promesas mayoritariamente incumplidas que han despertado los recelos de muchos ecologistas y naturalistas hacia los propios pinos, que son sin embargo especies tan autóctonas y tan imprescindibles como las demás.



Mapa de distribución del género Pinus en el que se muestra el número de especies presentes en cada región. Jin W.T. et al. (2021).

La implantación de este género en zonas de las que estaba históricamente ausente puede criticarse pero no deja de ser cierto que en algunas regiones como la región andina, las plantaciones de pinos y de eucaliptos han supuesto una inesperada fuente de riqueza para muchas comunidades, desarrollándose toda una actividad económica alrededor de la explotación de estas especies en zonas muchas veces totalmente desprovistas de vegetación arbórea. La explotación de esa madera ha permitido en muchos casos prescindir de la explotación de especies autóctonas muy amenazadas. No dejan de ser, claro está, plantaciones y como tales han de considerarse y ser analizadas. Compararlas con bosques naturales no tiene ningún sentido. Nadie espera que un campo de trigo tenga la misma biodiversidad que una pradera natural. El caso es que este género ha expandido considerablemente su área de distribución y probablemente haya llegado a esas regiones para quedarse.

Pinus Familia: Piaceae Orden: Pinales

Árboles, raramente arbustos, perennifolios. Ramificación generalmente verticilada, ± regular. Copa piramidal o redondeada, con frecuencia deprimida y ancha en los árboles adultos. Macroblastos con hojas escuamiformes, sin clorofila; braquiblastos muy cortos, con una vaina membranosa de escamas, terminados por 2-5 hojas aciculares o lineares, cada una con 2 o más canales resiníferos. Conos masculinos agrupados en la base de los brotes anuales. Estróbilos de maduración bi o trienal, con escamas persistentes, las tectrices rudimentarias e inclusas, las seminíferas con la parte externa (apófisis) generalmente provista de una protuberancia (ombligo). Semillas aladas, con testa ± lignificada, a veces comestibles (piñones).

Do Amaral Franco J. / in: Castroviejo & al. (eds.), Flora iberica vol. 1 / http://www.floraiberica.org / Licencia: Creative Commons

El género comprende más de 110 especies distribuidas por todo el Hemisferio Norte que se dividen en dos grandes linajes (subgéneros) que corresponden grosso modo a dos estrategias evolutivas diferentes. El subgénero Strobus está constituido por especies que se han adaptado a vivir principalmente en zonas de mucho estrés sobre suelos pobres en nutrientes o temperaturas extremas de frío o de calor. El subgénero Pinus, en cambio, está constituido por especies que se han adaptado a vivir en zonas regularmente asoladas por los incendios.



Árbol filogenético del género Pinus. Jin W.T. et al. (2021).

El género Pinus posee un abundantísimo registro fósil. Está presente en el 87% de los registros fósiles examinados par la elaboración de estos artículos y en los estudios palinológicos, es casi siempre y de manera abrumadora dominante en el espectro polínico. Esto se debe fundamentalmente a que se trata de una especie anemófila que produce una gran cantidad de polen. Esto lleva en muchos casos a una sobre-representación del pino en muchos sedimentos analizados que no significa sin embargo que siempre sean aportes eólicos lejanos los que explican su presencia. Los pinos siempre han estado omnipresentes en los ecosistemas europeos, desempeñando el papel de especies colonizadoras y dominando solo en condiciones particulares, como pueden ser hoy en día en algunas zonas montañosas, en turberas o en estaciones con poco suelo.

El género Pinus aparece en el registro fósil en el Cretácico Inferior, datando los fósiles más antiguos (Yorkshire, Inlaterra) de aproximadamente 129-131 Ma. Coloniza durante el Cretácico Medio y Superior las latitudes medianas del Hemisferio Norte. Sin embargo, su distribución se restringió a las altas latitudes durante el Paleoceno, debido a que el clima más húmedo y cálido no le era favorable. A partir del momento en que el clima empezó a enfriarse de nuevo (Eoceno) pudo el género Pinus volver a colonizar las latitudes medias y emprender una especiación que estaría en la base de la actual taxonomía de los pinos. Tal como se puede ver en el árbol filogenético que reproducimos a continuación, las principales secciones y subsecciones del género ya quedaron definidas en aquella época.

La diversificación de estos grupos proseguiría luego entre el Oligoceno y el Plioceno siguiendo la progresiva bajada de la temperatura media. Es interesante notar que los principales clados que se diferenciaron evolucionaron en áreas geográficas separadas: las secciones Trifolieae y Parrya son exclusivamente americanas, la sección Pinus es eurasiática y la sección Quinquefoliae es originalmente eurasiática aunque alcanza el continente americano en su expansión.



Conos fósiles de Pinus canariensis, Plioceno, Guardamar del Segura. / Museo Paleontológico de Elche.

En el continente europeo, todas las especies actualmente presentes pertenecen a las secciones Pinus y Quinquefoliae. El polen de ambas secciones se encuentra en muchos palinofloras cenozoicas de Norteamérica y Asia y es frecuente en las floras miocénicas de Europa, sugiriendo cierta continuidad desde el Mioceno hasta nuestros días. Sin embargo, no cabe descartar la presencia y posible desaparición de taxones más termófilos, que no habrían superado el escollo de las glaciaciones. Un buen ejemplo de ello lo tenemos con las especies del clado P. canariensis / P. roxburgiana, al que se han adscrito diferentes fósiles del S de Europa (Kvaček Z. et al., 2014) y que corresponden a un hipotético pino de montaña subtropical, que hubiese poblado los márgenes del mar Tethys. Las poblaciones de P. strozzii y P. timleri del Plioceno y de principios del Pleistoceno representan dos eslabones entre P. roxburghii y P. canariensis, dos especies hoy en día geográficamente aisladas y adaptadas a las condiciones particulares de sus hábitats actuales. El análisis biométrico indica, sin embRGO, que la población geocronológicamente más joven de la isla de Rodas tiene más afinidades con P. canariensis que con P. roxburghii.



Localidades fósiles y áreas de distribución de Pinus canariensis C. Sm. (A) y Pinus roxburghii Sarg. (B). Símbolos: 1. Val ďArno (Italia), 2. Hostens cerca de Burdeos (Francia), 3. Minas a cielo abierto de Hambach y Frechen (Alemania), y 4. Kallithea. Kallithea (Rodas, Grecia). Kvaček Z. et al., 2014

La gran resiliencia de los pinos de alguna manera les asegura un gran futuro de cara al cambio climático. El decaimiento de muchos bosques a consecuencia de la subida de las temperaturas podría favorecer la expansión de las especies de pinos mediterráneas. Solo las especies de pinos muy ligadas a la alta montaña podrían en cambio ver su área de distribución menguar considerablemente. Que una especie como P. cembra no haya logrado establecerse en el norte de Europa tras la última glaciación la convierte necesariamente en una especie muy vulnerable. Ya comentamos lo mismo para Larix europea, especie con la que convive.

En la Península Ibérica las previsiones son a que algunas especies se mantengan más o menos en su actual área de distribución, mientras que otras, como P. sylvestris y P. uncinata, podrían desaparecer de amplias zonas.



Jin W.T. et al. (2021) / Phylogenomic and ecological analyses reveal the spatiotemporal evolution of global pines / PNAS, Vol. 118 No. 20 e2022302118

Kvaček Z. et al. (2014) / Fossil seed cones of Pinus L. (sect. Pinus, subsect. Pinaster Loudon, Sula group) from the late Neogene and early Pleistocene of Europe / Palaeontographica, Abt. B: Palaeobotany – Palaeophytology, Vol. 291, Issues 1–6: 131–164

El género Ocotea es uno de los géneros más importantes de la familia de las Lauráceas. Se trata de un género fundamentalmente neotropical, estando representado por unas 400 a 450 especies en esa región. También está presente, sin embargo, en África (4 especies), Madagascar (34 especies endémicas), Isla Mauricio (3 especies), Isla de la Reunión (1 especie), Comores (1 especie) y... en las Islas Canarias. Esta vasta área de distribución era aún más amplia en el Terciario, estando documentada su presencia tanto en Europa como en Norteamérica al menos desde el Eoceno.



Frutos de Ocotea foetens con su característica "cúpula", Islas Canarias / Autor: Damian Esquivel Díaz / Licencia: CC BY-NC-SA 2.0

El estudio filogenético más reciente del complejo de especies que engloba al género Ocotea y algunos géneros próximos (Penagos Zuluaga J.C. et al., 2021) ha revelado una complejidad mucho mayor que la que el estudio morfológico de estas especies dejaba entrever. El género Ocotea es, según ese estudio, ampliamente polifilético e incluye a numerosos otros géneros de las Lauráceas. Harán falta aún muchos estudios para poner orden en la taxonomía de este grupo pero ese estudio arroja ya algunas conclusiones muy interesantes en cuanto a la historia evolutiva de este “género”. Divide en primer lugar este gran complejo en dos grandes clados (I y II) y en ambos encontramos especies del género Ocotea. Lo más interesante para nosotros es que todas las especies del Viejo Mundo forman un clado que los autores han bautizado informalmente "Palaeoocotea" situado junto a Ubellularia californica (que se puede observar en el Real Jardín Botánico de Madrid) en la base del clado II.



Árbol filogenético de las especies del género Ocotea y afines. / Penagos Zuluaga J.C. et al. (2021) / Licencia: CC BY

Ya veremos cómo estos descubrimientos alterarán en el futuro la taxonomía de este grupo. El caso es que las especies de Ocotea que poblaron Europa antes de las glaciaciones muy probablemente formaron parte de esta antigua radiación que colonizó el Viejo Mundo y del que tan solo quedan poblaciones muy marginales y residuales. Es interesante notar, sin embargo, la gran diversificación de especies ocurrida en la isla de Madagascar a partir de una de esas poblaciones residuales.

Ocotea Familia: Lauraceae Orden: Laurales

Arboles o arbustos. Hojas alternas o raramente subopuestas. Flores en panículas, poligamodioicas o hermafroditas. Tépalos del cáliz 6, desiguales. Estambres fértiles 9, anteras con 4 valvas superpuestas en pares; estambres de los 2 verticilos más externos eglandulares, con anteras introrsas; los del 3er verticilo con glándulas basales y anteras extrorsas; estaminodios diminutos o ausentes, constituyendo un 4º verticilo más interno; estambres en las flores femeninas reducidos o sin anteras; ovario incluido en el tubo del cáliz, estigma capitado. Fruto en baya globosa, con una cúpula carnosa o endurecida más o menos desarrollada envolviendo su base.

eFloras (2022). Published on the Internet http://www.efloras.org [accessed 8 December 2022]. Missouri Botanical Garden, St. Louis, MO & Harvard University Herbaria, Cambridge, MA

Que una especie de este género haya logrado sobrellevar los grandes cambios climáticos ocurridos desde el Neógeno gracias a la relativa estabilidad climática de las islas de la Macaronesia es todo un milagro. Su llegada desde el vecino continente no ofrece muchas dudas, al ser el el tilo una especie ornitócora, como lo son casi todas las especies que conforman las laurisilvas de las Islas del Atlántico. Hoy en día, es una de las especies más característica de la laurisilva canaria, donde ocupa las zonas más húmedas junto al viñátigo (Persea indica) y al laurel (Laurus nobilis).



Joven rama de Ocotea foetens en Ponta Delgada, Azores, donde la especie ha sido introducida. / Autor: imbeaul / CC BY-SA

La pregunta que cabría hacerse hoy de cara al cambio climático, admitiendo que esta especie encontró refugio en las islas del Atlántico cuando las condiciones climáticas ya no permitieron su permanencia en los vecinos continentes, es obvia. ¿Podría el tilo efectuar su gran regreso al continente europeo? Una pregunta difícil pero que una serie de indicios nos puede ayudar a contestar.




Distribución del género Ocotea en Europa durante el Neógeno y el Cuaternario.

El primer indicio nos lo da el mapa de su repartición fósil, en el que vemos que este género aún estaba presente en las últimas laurisilvas del continente en el norte de Italia a finales del Plioceno y en el Pleistoceno Inferior. Su desaparición, por lo tanto, es relativamente reciente. Mucho más que la de otros muchos taxones afines de caracter tropical, que desaparecieron ya en el Plioceno o incluso antes.

La otra pista nos la da su cultivo en algunos parques de Portugal, donde se desarrolla perfectamente y llega incluso a fructificar. Sería interesante, creo yo, que vayamos identificando en el continente europeo las zonas potencialmente favorables a esta especie y que tengamos el coraje de al menos intentar su reintroducción en el continente europeo. El “regreso” de las especies de la laurisilva sería un auténtico hito que tendría algo de muy simbólico.



Penagos Zuluaga J.C. et al. (2021) / Resolved phylogenetic relationships in the Ocotea complex (Supraocotea) facilitate phylogenetic classification and studies of character evolution / American Journal of Botany, Vol. 108(4), pp. 664–679



Aguacate variedad "Hass" entero y partido en mitad. Cultivado en Colombia. / Fotografía: Ivar Leidus / Licencia: CC BY-SA 4.0

El género Persea, perteneciente a la familia de las Lauráceas, es probablemente el más conocido de esa familia a nivel mundial, al pertenecer a ese género el aguacatero (Persea americana), de suma importancia en la alimentación humana (al menos en el continente americano). Pertenece a un grupo de géneros y especies (“Persea” group) en el que hasta hace bien poco no estaban nada claras las relaciones intergenéricas e interespecíficas. Este grupo incluye toda una serie de géneros afines a Persea que tienen un área de distribución típicamente disyunta (ver mapa más adelante).



Mapa de distribución de las especies del grupo "Persea". / Li et al., 2011 / Licencia: CC BY

Según el estudio llevado a cabo por Li et al. (2011), el género Persea forma un conjunto monofilético dentro de este grupo, siempre y cuando se excluyan de él algunas especies que no encajan morfológicamente en los subgéneros establecidos y si se incluye en él a Apollonias barbujana. El género Apollonias se diferenciaba tradicionalmente de Persea por sus anteras disporangiadas, pero resulta que varias especies de Persea (pertenecientes al subgénero Eriodaphne) también tienen anteras disporangiadas. Ese caracter no es, por lo tanto, discriminatorio. El barbusano habría pues de considerarse como una especie más del género Persea (P. canariensis).



Árbol filogenético de las especies del grupo "Persea". / Li et al., 2011 / Licencia: CC BY

Así delimitado, el género Persea es un género esencialmente americano con dos especies presentes en las islas de Macaronesia que habrían alcanzado en uno o varios episodios de dispersión a larga distancia. Esto hubiese ocurrido, si nos fiamos de los datos de ese estudio, hace unos 30 Ma (P. canariensis) y hace unos 20 Ma (P. indica), en momentos en los que el Atlántico no era aún tan ancho y tal vez fuese posible que algunas aves difundieran sus semillas de isla en isla.

Persea Familia: Lauraceae Orden: Laurales

Arboles. Hojas coriáceas. Racimos o capítulos axilares o subterminales. Flores pediceladas o sésiles, bisexuales; cáliz profundamente 6-partido, generalmente persistente; estambres fértiles 9, dispuestos en 3 verticilos, anteras 4-valvadas, dehiscentes lateralmente; filamentos de los 2 verticilos exteriores eglandulares, los del 3er verticilo con 2 glándulas sésiles en la base; estaminodios 3, constituyendo un 4º verticilo interno, con anteras imperfectas a menudo barbadas en el ápice; ovario subgloboso con estilo delgado y estigma peltado. Baya globoso-elíptica, carnosa, sin cúpula.

eFloras (2022). Published on the Internet http://www.efloras.org [accessed 8 December 2022]. Missouri Botanical Garden, St. Louis, MO & Harvard University Herbaria, Cambridge, MA

Aceptando las conclusiones de ese estudio son pues dos especies del género Persea las que tenemos hoy en día en las islas de la Macaronesia:

- Persea indica: el viñátigo
- Persea canariensis: el barbusano

Esta estrecha relación con las especies del continente americano naturalmente plantea muchos interrogantes sobre el origen y el parentesco de las especies fósiles atribuidas al género Persea en la Europa Continental. ¿Estuvo realmente presente el género Persea en Europa o hay que buscar más bien en Asia (Alseodaphne, Machilus, Phoebe) el parentesco con las formas encontradas en Europa? Con los datos aún tan fragmentarios de los que disponemos, me temo que estamos aún muy lejos de poder contestar a estas preguntas…



Flor de Persea indica, La Palma, Islas Canarias. / Fotografía: curcu34 / Licencia: CC BY-NC

Volviendo a las dos especies que habitan las laurisilvas de Macaronesia, la especie que mejor se adapta al clima de la Península Ibérica es aparentemente Persea indica. Se cultiva como ornamental en muchos parques de Portugal y se ha naturalizado en la Serra de Sintra (Portugal), donde se la considera incluso una especie exótica invasora. Este es el único lugar por ahora donde esto ocurre en Europa continental. En otros lugares, es incluso capaz de aguantar el frío invernal del centro peninsular (Real Jardín Botánico de Madrid), aunque aquí no llega a florecer.



Li et al. (2011) / Molecular phylogenetic analysis of the Persea group (Lauraceae) and its biogeographic implications on the evolution of tropical and subtropical amphi-pacific disjunctions / American Journal of Botany, Vol. 98(9), pp. 1520–1536

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SOBRE EL AUTOR

Geólogo de formación, nacido en Suiza pero establecido en España desde hace más de 20 años, trabajo actualmente en el sector de la informática (soporte). Eso no me ha impedido mantener vivo mi interés por los temas medioambientales, el cambio climático en particular, cuyas consecuencias intento anticipar buscando respuestas en ese pasado no tan lejano hacia el que parece que estamos empeñados en querer volver.

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