Paleoautóctonas (16): Picea



Piñas colgantes que no se deshacen en la madurez de la pícea europea.



Al comparar la vegetación montana del norte de la Península Ibérica con la de Europa Central, llama poderosamente la atención la ausencia, naturalmente, de algunos géneros y especies muy emblemáticos de los Alpes y demás cadenas montañosas de esa región (Cárpatos, Montes Tatras) que no lograron alcanzar la Península Ibérica tras la última glaciación. Especies tan características de esos macizos montañosos como el alerce (Larix decidua), el pino cembro (Pinus cembra) o la pícea europea (Picea abies) colonizaron los Alpes desde refugios situados en la Península Itálica o los Balcanes. Sin embargo, tal como han demostrado los estudios palinológicos, el género Picea, que retiene hoy nuestra atención, estuvo presente en la Península Ibérica hasta el Pleistoceno Superior y parece haber sucumbido tan solo a la última glaciación.



La pícea común es sin lugar a dudas uno de los árboles más característicos de las montañas de Europa Central. Valle de La Brévine, cantón de Neuchâtel, Suiza.



En la actualidad, el género está representado en Europa por 4 especies. La más común es la pícea europea (Picea abies), presente en todos los grandes macizos montañosos de Europa central y buena parte de Europa del Norte (Escandinavia y desde Polonia a Rusia). La pícea siberiana (Picea obovata) sustituye la pícea europea hacia oriente, Se trata de una especie bastante próxima a Picea abies, con la que se hibrida en toda la zona de contacto entre ambas especies. La pícea del Cáucaso, como su nombre indica, forma una población aislada en Oriente Medio y la región del Cáucaso, bastante alejada de cualquier otra población de este género, ya sea hacia Europa o el Himalaya. La pícea de Serbia (Picea omorica), finalmente, es una especie relíctica que tan solo logró sobrevivir en los Balcanes pero que tuvo un área de distribución muchísimo más extensa en el pasado, estando también presente en periodos interglaciares anteriores en los bosques boreales del continente europeo.




Todas la especies de este género tienen en común unos requerimientos hídricos bastante importantes y suelen estar asociadas a suelos más bien ácidos. Esto convierte estas especies en elementos típicos de las zonas montañosas y del bosque boreal (taiga) del que son uno de los principales constituyentes en todo el Hemisferio Norte. Sorprende, sin embargo, la resistencia al calor que pueden demostrar muchas de estas especies. Tanto la pícea común como la pícea de Serbia se cultivan con cierta frecuencia en los parques y jardines de Madrid y ambas especies aguantan sin inmutarse los 40 grados del verano con tal de disponer del agua necesaria para mantenerse hidratadas. Eso explica probablemente que en el Plioceno, por ejemplo, este género estuviese presente en buena parte de Europa, incluso en regiones con relativamente pocos relieves. No hemos de olvidar que muchas especies de este género crecen hoy en montañas de zonas subtropicales (China), cuyo tipo de clima probablemente es parecido al que hubo en Europa en aquella época. Los datos palinológicos sugieren que a finales del Plioceno y comienzos del pleistoceno este género estaba presente en buena parte de los relieves importantes, donde convivía en cuotas altas con otras gimnospermas tales como AbiesPinus y Juniperus.


PiceaFamilia: PinaceaeOrden: Pinales

Árboles perennifolios, con ramificación verticilada, regular. Ramillas con apófisis decurrentes y prominentes. Hojas lineares y subplanas, o aciculares de sección tetragonal, subdísticas por torsión basal. Conos masculinos axilares o terminales. Estróbilos péndulos o subpatentes, de maduración anual, con escamas persistentes; las estériles o tectrices siempre inclusas, las seminíferas con semillas aladas.

Descripción: Flora Iberica



Los datos palinológicos sugieren pues claramente que este género podría encontrar en muchos lugares de la Península (fundamentalmente en la mitad norte) las condiciones necesarias a su desarrollo. Podríamos afirmar sin mucho riesgo de equivocarnos que ese género dejó un nicho vacante que probablemente podría reocupar con suma facilidad. De hecho, la pícea europea se encuentra ya naturalizada en muchos puntos de los Pirineos y de la Cordillera Cantábrica, manteniéndose y regenerándose espontáneamente en esos lugares sin mayores problemas. Caso aparte es la pícea de Serbia, ocasionalmente cultivada y que tan solo ha sido citada como subespontánea en la Sierra de Guadarrama [1]. Cabe destacar también el uso que se hizo en algunas repoblaciones a muy pequeña escala del norte de Picea sitchensis, originaria del Oeste de Norteamerica, pero de cuya supervivencia a día de hoy no he encontrado información.




No resisto la tentación, para acabar este pequeño artículo dedicado al género Picea de mostraros una piña de la pícea del Himalaya (Picea smithiana) presente en la Plaza de Murillo de Madrid, justo entre el Museo del Prado y el Real JArdín BOtánico de Madrid y catalogada como árbol singular de la Comunidad de Madrid.



Mario Sanz Elorza, Eduardo Sobrino Vesperinas, José Ferrando Pla (2002) / Sobre el carácter subespontáneo de algunas coníferas exóticas en la vertiente norte de la sierra de Guadarrama (Segovia) / Anales del Jardín Botánico de Madrid, Vol. 59(2), pp. 336-338



1 comentarios

  1. Muito interessante!
    A primeira imagem não é de Picea abies mas sim de uma Pícea americana, a Picea pungens.
    Aqui onde vivo a Picea abies é um dos elementos nativos mais importantes do bosque e a conífera mais abundante comportando-se como uma sub-pioneira em áreas recentemente colonizadas por choupos, bétulas ou salgueiros, mas vivendo também à sombra em bosques sombrios maduros. Vive um pouco por todo o lado em terrenos encharcados ou húmidos, sendo co-dominante nos pântanos com o Alnus glutinosa. Neste momento esta espécie está em crise nas explorações florestais onde foi plantada em terrenos mais elevados e secos pois devido à irregularidade hídrica dos últimos anos tem vindo a ser eliminada por Ips typographus. Aqui encontram-se também frequentemente a Picea pungens e o Larix decidua e muito raramente a Picea omorika em jardins ou parques.Como referência aqui a temperatura média anual são +9C e a pluviosidade ronda os 550mm/ano. Uma das características mais importantes na presença e manutenção da Picea abies e que nunca vi referida é que esta espécie encontra a possibilidade de sobreviver também em terrenos com grande quantidade de matéria orgânica acumulada, pois estes retêm a água de forma muito eficiente tornando-os habitáveis para espécies com grande exigência de húmidade.

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