Paleoautóctonas (47): Acer

Acer Familia: Sapindaceae Orden: Sapindales

Árboles o arbustos caducifolios –raramente perennifolios, en especies extraibéricas–, hermafroditas, andromonoicos, androdioicos o dioicos. Hojas simples, ± profundamente palmatidivididas, o compuestas y, entonces, ternadas o imparipinnadas –en las especies ibéricas– o de enteras a palmaticompuestas o pinnaticompuestas –en especies extraibéricas–, sin estípulas; folíolos enteros, dentados, serrados o lobulados. Flores hermafroditas o unisexuales –con frecuencia sólo funcionalmente unisexuales; las femeninas de ordinario sin estambres, aunque pueden tener estaminodios; las masculinas suelen tener pistilodio, aunque a veces no tienen traza aparente del ovario–. Sépalos 0, 4-6 –en las especies ibéricas normalmente 4 ó 5–, inicialmente imbricados. Pétalos 0, 2-6 –en las especies ibéricas 0 ó 5–. Estambres (4-6)8(9-13) –en las especies ibéricas 4-6 u 8–. Fruto en samaridio o, de ordinario, disámara. Semillas de testa papirácea.

Sánchez Gómez P. & Güemes J. / in: Castroviejo & al. (eds.), Flora iberica vol. 9 / http://www.floraiberica.org / Licencia: Creative Commons

Las especies y géneros que hemos calificado hasta ahora de "paleoautóctonos" en esta serie de artículos son en su gran mayoría especies y/o géneros que han desaparecido o casi desaparecido del continente europeo. Hoy vamos a examinar un género del que han sobrevivido en Europa unas cuantas especies y que, obviamente, también estaba presente en Europa antes de las glaciaciones y se merece por lo tanto también ese apelativo de "paleoautóctono".




Hoja de Acer cappadocium, ÖBG Bayreuth, Alemania / Autor: El Grafo / Licencia: CC BY-SA 3.0


La particular forma de sus frutos y de sus hojas convierten al género Acer en uno de los géneros más reconocible en el registro fósil europeo. Este género mantiene aún hoy en día en el continente europeo una cierta diversidad de especies, al menos en comparación con otros géneros. Pero esa aparente “diversidad” es poca cosa comparada con la gran variedad de formas que estuvieron presentes antes de las glaciaciones, solo comparable con lo que se puede observar hoy en día en el E de Asia, que según los estudios filogenéticos llevados a cabo (imagen siguiente) sería el lugar de origen de este género y donde se concentran actualmente el 80% de las especies.




Rangos geográficos ancestrales de Acer (Areces-Berazain et al., 2021)


Tal como muestra el árbol filogenético del género, las especies europeas tienen todas como parientes más cercanos a especies asiáticas y parecen haber llegado en varias oleadas a Europa, datando las llegadas más antiguas del Eoceno (precursores de A. opalus, A. monspessulanum, A. granatense, etc.) y las más recientes del Mioceno (precursores de A. lobelii, A. platanoides, A. cappadocium subsp. divergens, A. campestre, A. tataricum subsp. tataricum). Es interesante notar que parte de las especies americanas (clado de A. saccharum) parecen haber alcanzado ese continente a través de Europa a comienzos del Mioceno, a través de un puente de cuya existencia se empezó a sospechar tras constatar la llegada a Islandia en aquel momento de especies de origen europeo como los robles. El descubrimiento reciente de “Icelandia”, una vasta área de corteza continental hundida en el Atlántico cuyo centro corresponde mas o menos a Islandia (figura a continuación) ha venido a reforzar considerablemente esa hipótesis.




Zonas del Atlántico Norte en las que los estudios geofísicos han detectado la presencia de bloques continentales hundidos / Foulger et al., 2021


Las demás especies americanas, en cambio, parecen haber llegado a ese continente directamente desde Asia a través del puente continental que unía Asia y América. La conexión entre Norteamérica (Groenlandia) y Europa no se limita únicamente al parentesco que ha desvelado este árbol filogenético entre algunos clados europeos y americanos. Las evidencias fósiles demuestran que otros clados también estuvieron presentes en Europa en algún momento. Además del clado de A. saccharum, cuyos parientes más cercanos son todos europeos, también se han encontrado fósiles atribuibles al clado del arce negundo, que tuvo aparentemente una distribución holártica y que ha regresado al continente europeo de la mano del hombre, donde ha encontrado en muchas regiones condiciones ideales para su desarrollo, convirtiéndose en poco tiempo en una especie ribereña muy competitiva que le ha valido ser catalogada como invasora en muchos países europeos.






Distribución en Europa durante el Neógeno del género Acer..


Además de las especies autóctonas, se cultivan también en Europa y en España muchísimas especies de origen asíático y americano que no vamos a enumerar aquí, pero no es raro ver en nuestros parques y jardines especies como A. saccharinum, A. negundo, A. palmatum, A. saccharum o A. buergerianum. Pocas especies se cultivan en cambio con fines forestales y siempre a muy pequeña escala (ensayos forestales). La buena resistencia a la sequía de muchas especies americanas podría sin embargo favorecer su uso forestal en el futuro. Tal como señalamos anteriormente, por ahora tan solo el arce negundo ha demostrado tener un carácter francamente invasivo, aunque otras muchas especies han sido citadas como localmente naturalizadas allá donde se cultivan. Es pues de esperar que en el futuro muchas de estas especies vayan expandiéndose por el continente europeo.

Es interesante notar que la mayoría de las especies europeas se ha naturalizado en otras zonas templadas, donde se han convertido en temidas especies invasoras (particularmente en Norteamérica). Esa tendencia a la expansión de las especies europeas en las zonas templadas también se observa en Europa, donde esas especies han sido ampliamente distribuidas por cultivo y están colonizando vastas zonas en las que no estaban originalmente presentes. El mapa de la figura a continuación muestra como el arce blanco (A. pseudoplatanus) ha visto su área expandirse hacia el este de Polonia durante el siglo XX, principalmente gracias a su uso ornamental y posterior naturalización, pero probablemente favorecido por el incipiente cambio climático, que ha suavizado ligeramente las condiciones en esa región.



Cambios en el área de distribución natural y antropogénica de Acer pseudoplatanus en Polonia durante los últimos 70 años (Tumiłowicz, 2002)


La gran diversidad de especies cultivadas y autóctonas augura pues un futuro prometedor para este género en Europa, a la altura de la gran diversidad de especies que tuvo antes de las glaciaciones.


ApariciónEoceno
MiocenoA. angustilobum
A. dasycarpoides
A. integerrimum
A. integrilobum
A. pseudo-monspessulanum
A. tricuspidatum
A. trilobata
PliocenoA. dombeyopsis
A. integerrimum
A. aff. platanoides
A. pyrenaicum
A. subcampestre
A. viburnoides
Pleistoceno
Inferior
Especies actuales




Areces-Berazain F. et al. (2021) / Genome-wide supermatrix analyses of maples (Acer, Sapindaceae) reveal recurring inter-continental migration, mass extinction, and rapid lineage divergence / Genomics, Volume 113, Issue 2,ages 681-692
Foulger, G.R., Gernigon, L., and Geoffroy, L., 2021, Icelandia, in Foulger, G.R., Hamilton, L.C., Jurdy, D.M., Stein, C.A., Howard, K.A., and Stein, S., eds., In the Footsteps of Warren B. Hamilton: New Ideas in Earth Science: Geological Society of America Special Paper 553, p. 1–12
Tumiłowicz J. W. (2002) / Limitations and Possibilities for Growing Native and Exotic Maples in Poland / Originally published in the Proceedings of the International Maple Symposium 2002, Digital re-edition for the Maple Society Open Science Initiative, 2020

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